Buscando desesperadamente a Jonás


Jonás, personaje que saltó al estrellato mundial gracias a su aparición en la Biblia cristiana con su propia sección de cuatro capítulos en el antiguo testamento, hoy en día vuelve a las bambalinas tras haberse reinventado durante estos últimos siglos.


Conocido universalmente como profeta arrepentido, cobarde, y hasta irresponsable por no querer llevar a cabo las obligaciones impuestas por su dios, Jonás se aloja en el vientre de un gran pez que al tercer día lo vomita después de repetidos lloriqueos y súplicas.


En 1966, surge de las cenizas de la mano de Marco Denevi en “Falsificaciones.” Allí, interpreta el papel de un mediocre presumido que sólo puede insultar a la ballena que lo traga, causándole una inevitable regurgitación.


Durante la década de los 80, Jonás se presenta en novelas más subidas de tono, un poco escandalosas y hasta controvertidas. José Wolfango Montes Vannuci alude a este personaje en su producción “Jonás y la Ballena Rosada” (1987), que ocho años más tarde se convertirá en una película de co-producción boliviano-mexicana.


1987 fue un año de trabajo para un Jonás romántico y hasta un poco cursi, si se toma en cuenta que la dupla Jonás y la ballena también participó en una canción de Miguel Bosè. Ya en el nuevo siglo, Jonás vuelve a su primer oficio, esta vez, incursionando en la literatura infantil. Reinir Zimmik, en el 2004, lo ubica en París. Interpretando a un pescador con sueños de cazar grandes peces, el protagonista se convierte en un aventurero que viaja alrededor del mundo.


Así es como, llegado el año 2009, Jonás aparece en más de cuarenta publicaciones hechas por futuros traductores que intentan, muchas veces con éxito, saber lo que le ocurrió a este multifacético personaje una vez que fuera despedido por la ballena.


En lo personal, podría decir que Jonás se ha reinventado tantas veces: de profeta irresponsable a embustero presumido, de galán polémico a romántico de poca monta, y en tantos contextos diferentes que tal vez encontrarlo en cualquier lugar a cualquier hora no sería una coincidencia. Más aún, en este momento está siendo arduamente buscado por la ciudad. Lo único factible y constante es la presencia de su partenaire, la Ballena. Por lo que si usted, querido lector, siente que se topa con algún Jonás durante estos días, muy probablemente encontrará a algunos metros, no muy lejos, al animal de varias toneladas que seguramente andará merodeando por la zona, a la espera de alguna producción escrita.





LUCIANA CARAZAY





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Data Fabularia:

Redacción: María Alejandra Atadía
Edición: El Elegante Oblongo

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